Si ya de por sí es necesario llevar el parabrisas bien limpio cuando se conduce, en verano lo es aún más. Tenemos más horas de sol, pero también hacemos más trayectos nocturnos y en vacaciones solemos usar vehículos para movernos. Así que vamos con un breve repaso a tener en cuenta para conducir con el sol de verano.

Uso de gafas de sol

En verano tenemos más horas de luz con lo que es indispensable llevar unas gafas de sol en el coche para los momentos que el sol pueda ser molesto, para aquellos que se pasan muchas horas en las carreteras o, incluso, para las personas con ojos claros. Eso sí, deben estar limpias.

Deslumbramientos del amanecer y atardecer

Como tenemos más horas de luz, también amanece antes y anochece más tarde. La intensidad de luz en estos momentos es más elevada y hay que vigilar con no deslumbrarse

Sol de cara

Siguiendo con los puntos anteriores, hay que controlar mucho cuando tenemos el sol de cara y elegir un buen momento para limpiar los parabrisas, si es necesario.

Conducción nocturna

Según el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía, la capacidad visual de un conductor se reduce al 30% de noche, con una reducción de la agudeza visual de un 70% y una importante pérdida del sentido de la profundidad y capacidad para medir distancias. Así que hay que vigilar con los desplazamientos nocturnos, así como los posibles deslumbramientos causados por otros vehículos.

Buenos parabrisas

El polvo, la arena y las partículas en suspensión acaban pegándose al cristal por lo que necesitamos unos parabrisas y escobillas en condiciones, sabiendo que las temperaturas extremas de verano pueden causar daños a estas piezas.

Líquido limpiaparabrisas

Con el cristal sucio de polvo, insectos, barro u otros, le damos un mayor uso a los parabrisas en verano. Así que lo mejor es llevar el depósito del limpiaparabrisas siempre lleno y, de este modo, no nos quedaremos sin él cuando más lo necesitemos.